Fecha: viernes, 29 de julio de 2016
Con una emotiva celebración se bendijo y descubrió la placa alusiva por los 90 años de la Institución.
En ella se recordaron los escritos que testimonian cómo fue la llegada de los Hermanos a la misma.
¨El cielo ha de querer que dentro de pocos años podamos extender nuestra amada Congregación en todas las provincias de la República Argentina¨
Hno. Evaristo Meroni, Primer Director y Superior del Instituto Robles
La Providencia del Señor, el mismo año de la elección del Padre Pastori como Superior General, dispuso la apertura de un nuevo y vasto campo de apostolado para los Concepcionistas, quien hasta el día de hoy han sabido con entusiasmo y empeño abrazar con misericordia al prójimo siguiendo los pasos del Beato Luis María Monti.
La ocasión nace lejos, hace tiempo… ¨Corría el mes de enero de 1926 cuando el entonces Obispo auxiliar de Córdoba, Monseñor Dávila se encontraba en la ciudad de Roma buscando una Congregación que quiera hacerse cargo del Hogar Luis Manuel Robles de la ciudad de Córdoba. A pocos días de volver a la Argentina se entrevistó con el entonces Superior General de los Hijos de la Inmaculada Concepción, Hno. Estanislao Pastori.
Monseñor Dávila quedó fascinado con la obra de los Concepcionistas que unos años antes habían llegado a la ciudad de Buenos Aires, e invita a la Congregación a llegar a Córdoba.
Así fue como el Superior General pide a los Hermanos que se encontraban en Buenos Aires partir hacia una nueva misión en la Argentina.
El Hno. Edmundo Mitti (Superior de la Comunidad de Buenos Aires) acompaña al Hno. Evaristo Meroni, al Hno. Basilio Bergna y al Hno. francisco Molteni a la nueva Obra.
Los Hermanos arriban a Córdoba el día 14 de julio de 1926, día de la fiesta litúrgica de San Camilo de Lelis (Protector de la Congregación). Días más tarde, los Hermanos acompañados por Monseñor Dávila llegaron por primera vez al ¨Robles¨, nombre con el que había nacido esta Obra antes de que entrara a formar parte de la historia de los Hijos de la Inmaculada Concepción en la Argentina. La impresión de los Hermanos fue muy buena. Los mismos relatan que hay muchas cosas que poner en orden pero, con el tiempo y paciencia se pondría cada cosa en su lugar. El terreno es vastísimo.
Aquel día después del almuerzo, nos cuenta Hno. Mitti: ¨Contando con la presencia de Monseñor Dávila, recitaron juntos las letanías a la Santísima Virgen y San José, y con un De Produndis por el Padre Fundador se establece la nueva Obra. Y así arremangándose se ponen a preparar lo esencial; la capilla, la cocina y las camas.
Tomada la decisión de la apertura del Robles ya no se vuelve atrás. Si bien el Instituto Robles ya era existente, así lo confirma el Hno. Mitti en sus escritos. La naciente Comunidad es concebida como una escuela de Artes y Oficios, que será asistida por una pequeña Comunidad.
El mismo año en torno al mes de noviembre llega a Córdoba Hno. Pastori, Superior General.
Los pedidos de presencia de los Concepcionistas, de los curas Azules se multiplican por doquier, aun cuando las fuerzas no son suficientes, la esperanzas siguen siendo grandes.¨
De los escritos que narran la historia de la Congregación en la Argentina